Soy Janairi Rosado Morales una mujer comprometida con la tierra, la educación y la sanación colectiva. He dedicado mi vida a crear espacios que reconecten a las personas con la naturaleza, consigo mismas y con sus raíces. El Terruño nació de esa visión: un bosque escuela que honra la vida, la memoria y el futuro.

Con formación en educación y años de experiencia facilitando procesos comunitarios, culturales y ambientales, he acompañado a niños, jóvenes y adultos en el camino del aprendizaje desde una pedagogía viva, sensible y consciente. Mi trabajo ha estado siempre guiado por el deseo de sembrar semillas de transformación, tanto en el corazón de las personas como en la tierra que habitamos.

Durante más de cuatro años, he cuidado y soñado El Terruño como un santuario agroecológico, ceremonial y creativo. Este espacio no solo ofrece actividades educativas, talleres, campamentos y encuentros espirituales; también es un refugio para quienes buscan recordar su conexión con lo sagrado de la vida y con el pulso de la Madre Tierra.

Mi deseo profundo con El Terruño es que siga floreciendo como un lugar de encuentro y reciprocidad. Un espacio donde cada paso sea un acto de agradecimiento, cada palabra un rezo, y cada actividad una ofrenda viva. Aquí sembramos comunidad, cultivamos saberes y tejemos caminos hacia un mundo más justo, amoroso y sostenible.